A la hora de sembrar,
a muchos productores le llega la interrogante de cual pasto seleccionar. Y la
verdad que no es tan fácil para los productores tomar la decisión correcta,
debido a que es limitada la formación de los ganaderos en esta materia.
La toma de decisión
puede estar basada en: 1) Lo que le recomienda el vendedor de la tienda de
insumos agro-veterinarios. 2) Lo que le recomendó un amigo. 3) La apreciación del productor, en base a lo
que vio en algún lugar, o a lo que le parece de ese pasto, pero sin tener una
idea clara de la realidad.
Pero lo cierto es que
la toma de decisión de seleccionar el pasto a cultivar debe estar basada en
criterios más técnicos y objetivos. Va a depender de muchos factores: a) Tipo
de suelo, b) Régimen de lluvia, c) pendiente del terreno, d) Clima,
e) Tipo de ganado, f) Tipo de explotación, etc.
El mejor pasto es
aquel que mejor se adapta a nuestro terreno, no es el que tiene más proteína,
el que más le gusta al productor, ni el más bonito. En tal sentido, lo primero
que debemos de hacer es realizar un estudio de suelo, que consiste en tomar una
muestra representativa del terreno y enviarla a un laboratorio competente (en
el caso de la Republica Dominicana, la Junta Agro-empresarial dominicana (JAD),
ISA, FERQUIDO, FERSAN, etc), y determinar cuáles son los pastos que más
potencialidad tienen, de acuerdo a los resultados obtenidos.
Luego debemos tomar en
cuenta la pendiente del terreno, la cantidad de lluvia al año y su
distribución, la especie animal que tendremos, si es para vacunos el tipo de
explotación (leche, carne, doble propósito, etc). Hay pastos que resisten la
sequía más que otros, que se adaptan mejor a la baja fertilidad del suelo, a la sombra, a la época fresca del año, a la
época de menor radiación solar, etc.
En zonas de pendiente
fuerte es conveniente fomentar pastos
rastreros (estrella africana, pangola, transvala, si la fertilidad natural del
suelo es buena, Brachiaria decumbens (san ramón), humidicola, etc. si la
fertilidad es baja como ocurre en la mayoría de los suelos con mucha
pendiente). Pero no todas estas variedades se adaptaran a los suelos que
tenemos en una región y aun en la misma finca, de ahí la importancia del
estudio de suelo.
Los suelos tropicales
casi siempre son deficientes en fosforo, y muchas veces contienen alta dosis de
aluminio, que son una limitante para el desarrollo y crecimiento de los pastos.
Las braquiarias responden mejor a este tipo de suelo que otras variedades comerciales
como las guineas (Panicum maximun).
Al ganado caballar no
les gustan las brachiarias, prefieren las guineas (Mombasa, Tanzania, Aruana,
etc), pangola, estrella hematria, transvala, etc. Por lo que es importante
saber qué tipo de animales pastaran en los futuros potreros.
Una técnica que
recomiendo es hacer una mezcla de semillas de las variedades con potencial de
adaptación a nuestro terreno, de tal manera permanecerán a lo largo del tiempo
las variedades que verdaderamente se adapten al suelo y al clima imperante.
Dentro del mismo potrero puede haber diferencias significativas en cuanto a
calidad de suelo, profundidad de la capa vegetal y pendiente. A lo largo del
año se presentan variaciones climáticas que favorecen el desarrollo de un pasto
que otro, por ejemplo, cuando sembramos
varios tipos de yerba notamos que en los meses de menor luminosidad hay pastos
que crecen mejor que los otros, en la época de seca habrá otro pasto que se
desarrolla mejor que los otros, de ahí la importancia de mezclar diferentes
pastos con potencial de adaptación a nuestro terreno, de acuerdo al análisis de
suelo o la experiencia de la zona
En esta finca se
observa una braquiaria (Sinaí) en buen estado en la parte de mejor fertilidad,
en la loma solo hay pajones. En esa loma prosperaría bien la humidicola, porque
es una zona de alta pluviometría.
Cuando cultivamos un
pasto inadecuado, a la corta o a la larga nos damos cuenta que hemos hecho un
mal negocio, el pasto comienza a desaparecer, no produce los volúmenes esperados,
los potreros se llenan de maleza, etc.
Finalmente, el
objetivo de la siembra es tener un pasto que persista en el tiempo, para
lograrlo se requiere buen manejo y
prevención del sobrepastoreo en la época seca. Para lograrlo hay que tener
reservas, caña de azúcar o silo en pie, que es la manera más económica de
disponer de comida para la época seca. O con los métodos tradicionales de
conservación de forraje en forma de heno (hierba secada al sol y empacada) o
ensilaje, conservación de forraje fresco en medio anaeróbico (ambiente en que
se ha expulsado el aire por apisonamiento o haciendo el vacio cuando se ensila
en bolsas plásticas).
La caña de azúcar
tiene muy poca proteína, esta deficiencia se puede compensar con bancos de
proteínas de Titonia, Leucaena, Guásuma, morera, moringa, piñón cubano o
cualquier otra especie arbórea o arbustiva que prefiera el productor o con
bancos de especies herbáceas como el kudzu, maní perenne, Estilosantes campo
grande o similares.
Banco de proteína de Titonia
en Cotui.
Ing. Miguel Ceballos
Pouerie
Septiembre 2014
Saludos Ing. despues de leer su interezante articulo, queria saber si existe una definicion por zona de la isla del mejor tipo de pasto para sembrar ? actualmente estoy en la zona de el posito guayubin y estoy contemplando esta zona para criar ganado de leche o doble proposito. Gracias
ResponderEliminarbuenos dias Ing. se puede aprovechar el pasto san ramon en silo y de ser posible como seria mas recomendable: picado o entero. Gracias anticipadas
ResponderEliminarDios les bendiga, muy buen articulo, muy edificante.....
ResponderEliminarBuenos dias, quiero saber donde comprar semillas sinai, si pueden ayudarme.
ResponderEliminarEn algunas veterinaria tú lo puede conseguir
EliminarNecesito material vegetativo de Clon 51
ResponderEliminarCual es el clon 51
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